jueves, 31 de mayo de 2007

La CaZa DeL TeSoRo

¡Buenas noches!
Jordi siempre ha dicho que un blog tiene la ventaja de que puede ser compartido por todo el mundo, y puede llegar a todos.
Como bien sabemos, nuestra Aula Virtual no es accesible a todos, sino sólo a los matriculados.
Pienso que es una pena, ya que hay artículos muy interesantes que creo que debería conocer todo el mundo, incluso nuestros trabajos pueden resultar interesantes a alguien.
Uno de estos temas es el de LA CAZA DEL TESORO, del que Jordi (nuestro profesore de Nuevas Tecnologías), ha colgado diversos artículos. Uno de ellos es el siguiente:


INTERNET EN EL AULA, LA CAZA DEL TESORO.


No creo que a Jordi le importe que cuelgue aquí su artículo, de todas maneras, si cree que he de retirarlo, espero que me lo comunique con un comentario. Gracias.

Su artículo empieza así:

Una caza del tesoro (en inglés “Treasure Hunt”, “Scavenger Hunt” o “Knowledge Hunt”, ya que de las tres formas se la conoce) es un tipo de actividad didáctica muy sencilla que utilizan los docentes que integran la Internet en el currículum. Consiste en una serie de preguntas y una lista de direcciones de páginas web de las que pueden extraerse o inferirse las respuestas. Algunas incluyen una “gran pregunta” al final, que requiere que los alumnos integren los conocimientos adquiridas en el proceso En este texto se explica qué es una caza del tesoro, sus potencialidades didácticas, dónde encontrar cazas ya preparadas en la Internet y cómo prepararlas nosotros mismos, en función de nuestros objetivos curriculares.

Las cazas del tesoro pueden diseñarse para elicitar destrezas básicas de pensamiento
como comprensión y construcción de conocimientos. Pare ello se incluyen preguntas
que procuren que los alumnos utilicen la información de las páginas web para
describir o esquematizar su contenido, crear listas, resumir y tomar notas, etc.
También pueden diseñarse para que los alumnos desarrollen destrezas de alto nivel
como la aplicación y el análisis del conocimiento. Para ello se procura que los
alumnos organicen y categoricen la información, la analicen y la interpreten, la
discutan, la expliquen, la comparen, realicen generalizaciones, etc.

Las “cazas del tesoro” se han hecho muy populares entre los docentes como estructura didáctica para la integración por varias razones:

1. Son relativamente fáciles de crear para el docente y son divertidas y formativas para los estudiantes. Bien planteadas, parecen un juego, pero los alumnos aprenden muchas cosas durante una caza del tesoro (y no sólo las respuestas a las preguntas).
2. Pueden tratar sobre casi cualquier aspecto del currículum (siempre que encontremos recursos adecuados al tema y edad de los alumnos en la Internet) y proporcionan conocimientos sobre los contenidos y experiencia en el manejo de herramientas Internet.
3. Pueden utilizarse como actividades para realizar en grupo o individualmente.
4. Pueden ser simples o complicadas, tal como dicten las circunstancias. A los alumnos más pequeños se les pueden proponer menos preguntas, con formulaciones más simples y con los vínculos necesarios para resolverlas a continuación de cada pregunta. Los mayores pueden recibir sólo un tema amplio y se les pide que encuentren por sí mismos la información en un
solo sitio, más amplio y complejo, o que busquen sus propias fuentes para obtener la información necesaria o se les proporciona un punto de entrada a una serie de lugares relacionados.
Cómo preparar nuestras propias cazas del tesoro
El procedimiento de diseño y desarrollo de una “caza del tesoro” puede resumirse en los siguientes pasos:
1. Elección del tema y de los objetivos didácticos.
2. Preparación de la hoja de trabajo.

3. Formación de grupos
4. Procedimiento

Algunos consejos útiles para diseñar cazas del tesoro:
1. Identificar claramente el tema y el área de la caza (esto ayudará posteriormente, sobre todo si la publicamos y la compartimos con otros docentes por Internet).
2. Se debe procurar que las preguntas provoquen el pensamiento y la reflexión. Los estudiantes no deben limitarse a “copiar y pegar”, deben pensar para responder.
3. Menos es más. Nunca deberíamos incluir más de diez vínculos. Con niños pequeños, lo ideal es uno o dos.
4. Se debe fijar un límite de tiempo para la caza del tesoro y monitorizar qué hacen los estudiantes: si se atascan con el navegador, si se distraen, si terminan muy rápidamente y sus respuestas iniciales son superficiales, si han entendido la tarea, etc.
5. Se debe planificar cómo compartirán la información los alumnos; una hoja de trabajo a mano o algún otro tipo de producto (una presentación, un texto electrónico, etc.).
6. Finalmente, se debe comprobar si hay vínculos muertos: la web es muy volátil y lo que un día está, al siguiente ha cambiado.

Evaluación
La manera más sencilla de evaluar una caza es en función del producto: es decir, de la cantidad y calidad de los aciertos de los estudiantes. Sin embargo, es interesante establecer algunos indicadores de la calidad del proceso: grado de elaboración de las estrategias de búsqueda, originalidad, trabajo en equipo, manejo de la tecnología, etc.
Una práctica recomendable es corregir la caza entre todos y dar oportunidad de que aquellos alumnos que no han encontrado las respuestas o las han elaborado poco, la rehagan con la colaboración del maestro o maestra.

Para más información, seguro que está gustoso de concedérosla:

jordi@uji.es

Un saludo a todos/as:
NOEMÍ

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